Los deberes de verano !
Por fin llegaron las vacaciones, los padres hacen
encajes para sobrellevar los días que
restan para coger las suyas y entre campus, colonias, abuelos, etc. además
hay que planificar los deberes del verano.
Si bien las vacaciones son ante todo un periodo de
descanso, a pesar de la controversia la mayoría de docentes piensa que durante las vacaciones los niños no
deben abandonar por completo su proceso de aprendizaje
Lo más cómodo para los padres son los típicos cuadernillos de verano, aunque
para los niños suele ser la opción preferida,
pero hay formes de estimular su aprendizaje sin que por ello
deban renunciar a enfrentarse a los
deberes de una manera educativa y refrescante.
No todos los casos son iguales, para
aquellos que han pasado el curso sin ninguna dificultad, y tienen el habito aprendido la mejor
actividad de aprendizaje para el verano es la lectura o actividades que se
salgan de lo habitual: visitas a museos, excursiones culturales, talleres
creativos, campamentos en la naturaleza, etc. Con todas estas actividades los
niños siguen aprendiendo pero desde otra perspectiva, que les saque de la
rutina de la enseñanza formal.
Personalmente creo que es positivo realizar un pequeño
esfuerzo cuando este habito no está asumido o presentan ciertas dificultades,
pero siempre desde un punto de vista positivo, ya que hay que tener en cuenta
que a pesar del esfuerzo que
realizó las notas no han sido las
esperadas por lo que además de
estudiar para la recuperación tiene un montón de trabajo extra, manejar esto
de forma positiva es muy importante para la autoestima de los niños.
Para los alumnos mayores, creo que es positivo realizar un pequeño esfuerzo y dedicar todos los días a trabajar un rato, siendo flexible por supuesto ya que los padres también necesitan un periodo de merecido descanso.
Las sugerencias que siempre hay que tener en cuenta pasan por
una buena planificación, pero también es cierto que en verano hay que ser
flexible, si un día la familia decide hacer una actividad extra, no dejará de
hacerla por los deberes, ya se recuperara en la medida de lo posible el ritmo,
RECORDAR :
Planificar bien la tarea: fijar unos objetivos., que sean asumibles por parte de todos. Secuenciar bien las tareas para que el niño vaya viendo su progreso, algo que es muy motivador para ellos.
Fijar un horario: es positivo pactarlo con ellos, aunque es
recomendable que los realicen por la mañana cuando están más descansados.
Elegir un lugar donde hacer los deberes, en donde puedan estar
concentrados y cómodos.
Sentarse con ellos y revisar lo que hacen. Esto no significa
que hagáis los deberes con ellos, sino que adviertan vuestro interés.
Una buena actividad es leer juntos, comentar el libro del
verano, escribir conjuntamente un cuaderno de viaje.
Planificar unas semanas donde podáis descansar todos, y ellos
se olviden durante esos días de los deberes.
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La edad y el nivel de estudios son también cuestiones importantes a considerar:
-
Si bien hasta los 8 ó 9
años, leer un libro, practicar algún deporte y jugar podría ser suficiente.
- En el caso de niños mayores quizá son necesarias otras medidas, sobre todo cuando hay algún suspenso.
En ese caso es importante tener en cuenta:
- Una
mala nota ya es un castigo por sí
misma y por ello no conviene dramatizar ni hacerles sentir culpables.
Es mejor reflexionar sobre los motivos que han llevado a este resultado y
alentarles a superarlo que dejarlos sin vacaciones.
- Marcar
los objetivos reales (en qué
asignaturas pueden mejorar) y programar un método de trabajo pueden ayudar a organizar el tiempo de
repaso sin renunciar al ocio que también necesita.
- Cuando
las cosas no han ido bien durante el curso, se puede optar por las clases
de refuerzo .
- Aunque
es preferible dedicar las mañanas a un rato de estudio no hay que marcar unos horarios
inflexibles ni unas normas demasiado estrictas.
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